Redactado por:
Chumpitaz Martínez, Enzo Paul

LA VIABILIDAD DEL IMPLANTE DE MICROCHIPS COMO SOLUCIÓN ANTE EL MALTRATO ANIMAL

Los robos y abandonos de mascotas son acciones que desencadenan numerosas consecuencias contra los animales. Estos actos antes mencionados atentan contra la dignidad del animal y, a causa de la dependencia que desarrollan al poseer un dueño, puede generarles la muerte. La iniciativa que se piensa aplicar para solucionar el problema es la de implementar un sistema de identificación de mascotas por medio de la lectura de microchips. Esta propuesta es una solución parcialmente funcional, pues pese a que es un gran apoyo contra los robos, abandonos y pérdidas de mascotas, resulta estar dirigida tan solo a los animales que poseen un apoderado y excluye a los animales callejeros. Por este hecho, la propuesta no logra contrarrestar la problemática en su totalidad, sino que la disminuye en cierta medida.
Las ventajas de esta alternativa son defendidas por científicos y veterinarios, quienes afirman que no provoca daños secundarios en los animales. Según el doctor veterinario Xavier Roura, esta solución reduce enormemente el índice de robos de mascotas, pues permite conocer su ubicación, y por lo tanto, localizar a los responsables del hurto. Según especialistas, las cápsulas que contienen los dispositivos cuentan con una cubierta de antimigración, lo que significa que no pueden desplazarse por debajo de la piel. En general, no presenta desventajas respecto a la salud de los animales y a su vez pretende mejorar la seguridad de las mascotas gracias a que cuenta con un sistema tecnológico de identificación automática por medio de la radiofrecuencia.
Pese a estas ventajas que propone la solución, posee una deficiencia por el hecho de estar dirigida tan solo a la fracción de animales que poseen dueño, por lo que gran parte de ellos sigue estando desprotegida. Otro aspecto en contra es que la implementación de los microchips no ha sido adoptada completamente en países con recursos similares al nuestro, por lo que se desconoce si la solución podría ser viable dentro del Perú. Además, otro problema de la propuesta es la dependencia de poseer un dispositivo móvil para emplear o escanear las identificaciones inalámbricamente. Consideremos que, en el Perú, una gran parte de la población no posee los recursos necesarios como para invertir en la adquisición de este plan, cuyo costo varía entre los 35 y 40 soles.
La propuesta podría ser financiada por las municipalidades distritales, quienes emplearían parte de los fondos públicos para sostenerla. De esta manera, la solución de los microchips dejaría de ser tan solo un costo privado y se convertiría en un costo social o recurso público. Además, cubriría a la población total de animales y de esa manera incluir también a los perros que no poseen un dueño. Aunque si somos realistas, es improbable que esto suceda en un país con problemas sociales, políticos y con otras prioridades como lo es el Perú. Por dichos motivos, es probable que tan solo sea una solución accesible para aquellos dueños que posean los recursos suficientes para adquirirla.
La alternativa de solución atiende en parte a nuestra problemática, la cual no ha sido contrarrestada en el Perú, pero que sí ha logrado ser regulada en otros países más desarrollados. Posee numerosas ventajas para aquellas personas que tengan los medios necesarios para abonarlas. Sin embargo, no contrarresta la problemática del maltrato animal, en su totalidad, al dirigirse tan sólo a los animales que poseen apoderados. Por estos motivos, la propuesta de solución de los microchips resulta ser tan solo parcialmente funcional.